¿Pensáis lo mismo?


Ojeando blogs y webs por la blogosfera he consultado una que suelo visitar periódicamente, el blog de Marc Vidal y me ha sorprendido el último post que ha colgado. Su título es el que he ubicado como cabecera de este comentario, ¿Pensáis lo mismo? y recalco lo de sorprendido por que volvemos a las andadas de buscar justificación y de pretender vaticinar en base a esta o aquella noticia que sale en los medios. Supongo que tras la pregunta, en un blog tan visitado, puede encontrarse un interesante y premeditado muestreo del mercado, máxime cuando el que visita dicho blog se puede intuir que se encuentra bien informado y además debe ser un internauta que busca argumentos alejados de la ortodoxia de los medios tradicionales. Aún así, la pregunta denota un determinismo flagrante y parece ubicada para que entremos al trapo dando toda serie de argumentos, que pueden ser interesantes para un pequeño estudio de mercado que pulse las sensaciones de un público avezado.


La duda que me asalta, como escéptico empírico, es si los resultados del estudio hay que filtrarlos y reflexionar sobre ellos tras permitir una reflexión especular (reflejo en un espejo). Me explico. El que manuscribe estas líneas es de la opinión que la mayoría suele estar en un error, por muy avezados que se crean, así que si de este estudio de mercado se extrae la conclusión que una mayoría de personas creen que es cierto que se está recuperando la confianza, seguramente hay que colocar los resultados ante el espejo y como conclusión obtendremos su imagen especular que no es otra que concluir que si la mayoría cree que la confianza se incrementa, deben estar en un error y por ello deberíamos mostrar mucha cautela con la certificación de que se vislumbran evidentes brotes verdes. Sin embargo, si el resultado del muestreo es el contrario y la inmensa mayoría piensa que el panorama es tremendamente oscuro y que de confianza nada de nada, quizás tendríamos que concluir que es probable que la confianza se esté incrementando y que aunque las variables económicas sigan totalmente descompensadas, este periodo de calma y de vientos perfumados que llegan desde los motores de la economía mundial pueda tener continuidad.


Los que lean mi blog asiduamente ya deben saber de que pie cojeo, ante todo una cojera escéptica ante todo el que llega con certezas en terrenos que se encuentran más cerca de los métodos de las ciencias esotéricas que del método científico, como es el financiero, escéptico e impío (hostil) ante todo aquel que abusa de la prueba corroborativa y de la causalidad (búsqueda permanente de causas para todo lo que acontece), mal endémico y extendido donde los haya y muy crítico ante todo aquél que aún sabiendo que el mundillo financiero entra dentro de lo que se denomina ENTORNOS DINÁMICOS NO LINEALES continúa dando pábulo a los métodos tradicionales, o sea, contar historias hilvanando acontecimientos en una trama con cierto sentido y con la intención de vaticinar el futuro.


Aunque no nos guste, el futuro es impredecible. Aunque haya miriadas de técnicos (financieros y de otros sectores y ámbitos) que nos aseguren esto o aquello, en sistemas dinámicos no lineales, a medida que nos alejamos del punto de partida todo se vuelve caótico. Y eso presuponiendo que hayamos sido capaces de valorar adecuadamente el punto de partida del sistema, algo que a su vez es IMPOSIBLE.


Resumiendo, supongo que la consulta abierta que lanza Marc Vidal tiene como objeto realizar algún tipo de muestreo que él sabrá si tendrá que ponerlo delante del espejo o no, para obtener las conclusiones. De todas formas, es curioso ver como ante esta consulta, un montón de avezados internautas se dedican a elucubrar con las consecuencias y con las causas, sin duda, aún desconocemos el terreno en el que nos movemos y buena parte de culpa la tienen las herramientas biológicas que empleamos para INFERIR, totalmente desfasadas para el entorno tan recursivo y con tan acelerado progreso en el que vivimos. Si continuaramos como cazadores recolectores sería mucho más sencillo vaticinar el futuro, y aunque hace siglos que mayoritariamente dejamos dicha actividad, nuestra biología apenas ha cambiado, y sin saberlo continuamos dejando demasiado terreno a la intuición.
Por mi parte no debo mojarme y seré fiél a mis convicciones metafísicas y científicas sobre el entramado financiero, aunque de fondo todo él tenga un escatológico tufillo a descompensación, a improvisación y a un medio plazo muy peligroso.





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